El discurso

Como hemos comentado el Alarde de Antzuola fue y es una celebración pública y civil organizada a partir de 1880 para rememorar el aniversario de la épica batalla de Valdejunquera en la que supuestamente participó una compañía de anzuolanos. Para ello se organizó una función con toda una parafernalia simbólica (capitán, moro, discurso, soldados, cañones, dantzaris, música….) de fácil comprensión para el pueblo y de carácter festivo, de la que se dejó constancia en el libro de actas de ayuntamiento así como del discurso pronunciado por el Capitán, para fijarlo y perpetuarlo en la memoria colectiva. En él se ensalza la acción gloriosa de un grupo de antzuolarras en la batalla de Valdejunquera. Se realiza tras la revista de armas a las compañías y se corresponde con la segunda parte de la celebración. El discurso es una de las piezas fundamentales del Alarde y lo pronuncia el Capitán de la compañía y ha experimentado algunos cambios a lo largo de la Historia. Además, a partir del 2009 el moro pronunciará sus primeras palabras en árabe, algo inusual, pues en los anteriores alardes solamente gesticulaba con la cabeza las afirmaciones y negaciones.

El Discurso lo pronuncia el capitán de la compañía de Antzuola.

También ha sufrido cambios a lo largo de la Historia: en 1980 se dijo en euskara, por primera vez. El actual es el que se adaptó junto a otros cambios en 2009. En él se han integrado diversos valores que hoy en día compartimos los y las antzuolarras: readecuando el lenguaje y algunas referencias contenidas en él, añadiéndole nuevos textos, adaptándolo a los dos géneros, recogiendo la diversidad cultural y lingüística…

El toque final se produjo en 2011, año en el que se adaptó al euskara de Antzuola.

Este es el discurso:

– ¡Soldados!

El pueblo de Antzuola ha celebrado desde antiguo este recuerdo y aniversario, y me presento ante vosotros como capitán, a petición vuestra y de todo el pueblo de Antzuola, de este alarde que conmemora el eco de la gran azaña llevada a cabo por una compañía de antzuolarras. El rey moro de Córdoba, Abderramán III creó muchos problemas e inquietudes al rey de Navarra Sancho I Garcés al atacarle con un ejército de fuertes enemigos, lo que se denomina como la batalla de Valdejunquera, del año 920.

Fue una batalla inolvidable, en la que el Rey de Navarra y su armada fueron derrotados. Sin embargo, desesperados al perder los mejores soldados de cada ejército, ambos decidieron, impotentes, retirarse a su refugio

Los moros se creían victoriosos, pero… !SOLDADOS! les duró poco su alegría. Los antzuolarras ya estaban en camino. Tuvieron noticias de los apuros del Rey de Navarra y sabían que la situación era muy delicada; y, aprovechando que los moros andaban confiados, los antzuolarras irrumpieron con fuerza. Muertos algunos, sometidos otros, el ejército moro fue golpeado con fuerza.

A continuación, recuperaron la bandera arrebatada a los cristianos en la batalla de Valdejunquera, y dos copias suyas son las que, según dicen la costumbre y la tradición, se exhiben en este balcón y en medio de esta plaza, y hoy en día es también la bandera de Antzuola.

Cuando Sancho Abarca subió al trono no olvidó los excelentes servicios prestados por la compañía de Antzuola; y queriendo agradecerles la fortaleza y el valor mostrados, donó a este pueblo los dos cuarteles inferiores del escudo que se encuentra en la pared de este Ayuntamiento:

A la izquierda, sobre un fondo verde, un cáliz de oro con una hostia de plata encima, y a cada lado un pino verde resaltado en oro. A la derecha, sobre un fondo azul, el nombre de María coronado y a cada lado suyo un pequeño árbol en un recipiente de plata, y debajo de tres medias lunas.

Los dos primeros cuarteles están tomados del escudo de Gipuzkoa y no tienen nada que ver con lo que hoy celebramos.

He aquí ¡soldados! el resumen de la historia de una grandiosa y memorable acción y también la historia de este pueblo reconocido como muy noble y muy leal.

Recordad, pues, este aniversario que el pueblo de Antzuola celebra con ganas y de corazón, tanto para ensalzar los recuerdos de Valdejunquera como para reafirmar la personalidad de Antzuola como pueblo y su independencia.
Recordad, también, que fueron la patria, el amor a sus creencias, y el ansia de libertad permanente los que impulsaron y llevaron a los antzuolarras de entonces a participar en esa batalla. Este acontecimiento nos recuerda que también nosotros, cuando sentimos que nuestro pueblo está en peligro, debemos hacerle frente.

Y he aquí el origen de lo que hoy celebramos.
Honra para Euskal Herria y gloria para Antzuola.

A continuación, tras ordenar el capitán al Moro que baje de su caballo, tendrá lugar entre ellos el diálogo de respeto y no agresión.

El Capitán: Capitán de los moros, dime: ¿reconoces nuestra patria?

El Capitán: Te lo repetiré: ¿reconoces nuestra patria?

El Moro: ص ذ جفس Nunca más actuaré en contra de este pueblo

El Capitán: ¿Y prometes que nunca lo someterás por las armas?

El Moro: ڎڜڿ Nunca más actuaré contra este pueblo.

El Capitán: Has prometido no volver a someter a nuestro pueblo;así mismo,nosotros, de igual modo que defendemos la identidad y personalidad de nuestro pueblo, prometemos no someter al vuestro.

Joseba dsikurtsoa

A continuación, se le quitan las cadenas al Moro y tras subirse a su caballo, se interpreta la marcha mora.

¡Soldados! abramos fuego para recordar a todos los caídos en Valdejunquera, y al mismo tiempo como señal de paz entre nuestros pueblos,.

A continuación, se disparan salvas de fusiles y cañones.